Quisiera recomendar un tomo recopilatorio que acaba de lanzar Planeta De Agostini a la venta: El primero de los Jóvenes Titanes de Geoff Johns.
Este volumen contiene los quince primeros números USA de la serie, además del especial “1/2” de la serie, publicados entre Septiembre de 2003 y Noviembre de 2004. Cabe mencionar que ya fueron publicados con anterioridad en España en los 13 primeros números del Vol. 1 de la serie de Jóvenes Titanes lanzada por Planeta. La excepción es el especial “1/2”, el cual permanecía inédito hasta la aparición de este tomo.
El equipo creativo consta de Geoff al guión, y de los dibujantes Mike McKone y Tom Grummet. Además de la colaboración de Ivan Reiss en el “ 1/2".
Este volumen es el idóneo para empezar a seguir a los Jóvenes Titanes si no los conocías, o para reengancharte si eres un nostálgico del grupo, en especial de la era de Marv Wolfman.
La trama comienza cuando antiguos miembros de los Nuevos Titanes clásicos se dedican a reclutar a antiguos miembros de Young Justice para entrenarlos y convertirlos en una nueva versión de los Jóvenes Titanes. Así pues tenemos una formación inicial compuesta por Starfire, Cyborg y Beast Boy como mentores, mientras que Robin, Superboy, Impulso y Wonder Girl serán los pupilos. Esta formación no es cerrada, puesto que a lo largo de este mismo volumen el grupo sufre alguna incorporación más.
Geoff Johns se muestra como una arquitecto que se ocupa de diseñar un plano donde va moviendo a sus personajes y va encajando las piezas. Si hay una constante en este tomo, es la actualización de los elementos varios que forman parte de la saga de la serie. Así enemigos míticos de los personajes, retornan a la serie, añadiéndoles y dándoles alguna vuelta de tuerca nueva, como es el caso de Deathstroke y su nueva socia; o el nuevo Hermano Sangre.
Además de eso, se ocupa de unir con una lógica aplastante dos elementos que antes no estaban relacionados, pero que funcionan perfectamente y al leerlo piensas “Pues claro, ¿cómo no se ha hecho antes?”. Para dar más pistas, me refiero al entorno del villano que fue el responsable indirecto de la formación de los Titanes de Wolfman y Pérez y a cierta secta que ha sido una Némesis habitual de varias versiones de este grupo.
Obviamente, Johns no se ha ocupado únicamente de recuperar y hacer evolucionar a los villanos, sino que donde más se nota su labor de artesano del Multiverso DC es en los protagonistas del cómic, donde el guionista coge la base en la que estaban asentados, y sobre ella sigue construyendo y les hace evolucionar, añadiéndoles aportaciones de su cosecha. Los ejemplos más claros son los de Bart Allen y Superboy, los cuales no volverían a ser los mismos tras caer en las hábiles manos del guionista.
No solo eso, sino que sienta las bases de lo que será su étapa, un continuo homenaje, insisto no exento de elementos de su propia cosecha, a la de Wolfam y Pérez (si hasta tiene un cambio de identidad superheroica, como ocurrió en su momento con el caso Nightwing / Robin; y no tiene nada que ver la ilustración de un Robin chica que circula por esta entrada).
Otro mérito de Johns es que trata muy bien todo el tema de las inquietudes de los personajes, las escenas donde muestra su vida cotidiana y su vida en el día a día son dignas de elogia. Quisiera destacar una escena que ocurre en el primer episodio del tomo con Wonder Girl, su madre y la directora de su ex instituto.
Ni que decir tiene que se tiene muy presente en el tomo el concepto de legado, una de las marcas de la casa de DC en general, y de Johns en particular (no hay más que ver su JSA o Hawkman). Y esta serie es idónea para ello, al ser los miembros de los Jovenes Titanes los últimos miembros de tradiciones superheroicas de tanta enjundia como las dinastías de Batman, Superman, Flash, etc.
Los protagonistas de hoy de la serie, serán el futuro los componentes de una hipotética versión de la Liga de la Justicia (Quizás incluso veamos eso antes de lo que pensáis. Muy atentos al segundo tomo recopilatorio, que aparecerá en unos meses).
En cuanto al dibujo, McKone y Grummet cumplen más que sobradamente. Sin faltarle un regusto a clásico (en especial a Grummet), no niegan espectacularidad y logran hacer reconocible a cada personaje a la par que se lucen en escenas de lucha que no tienen desperdicio alguno. Destaco especialmente la labor de McKone, quién en sus números, define a la presente versión del grupo.
En definitiva, este es un tomo más que recomendado. De esos que se leen y deseas volver a hacerlo una y otra vez. No puede faltar en vuestras estanterías.
