A las buenas ¿Tenéis ganas de ver una serie de televisión que sea políticamente incorrecta y que además goce de una calidad constatada? Pues nada más fácil que emprender el visionado de la primera temporada de la versión estadounidense de Shameless, la cual consta de doce episodios de una duración media de unos cincuenta minutos.
Esta serie de televisión está protagonizada por una marabunta de actores y actrices: William H. Macy, Joan Cusack, Emmy Rossum, Ethan Cutkosky, Emma Kenney, Laura Wiggins, Jeremy Allen White, Cameron Monaghan, Brennan Kane Johnson, Blake Alexander Johnson, Justin Chatwin y Shanola Hampton.
Es necesario aclarar que en realidad se trata de un remake de una serie inglesa del mismo nombre. No he tenido ocasión de ver dicha versión original, pero hemos de tener en cuenta que el creador de ambas series es el mismo, Paul Abbott. Por lo que he podido leer al respecto, parece que entre ambas existe una diferencia mínima. Aunque todas las críticas suelen coincidir en que su remake americano tiene una calidad algo superior. Pero, insisto, en este apartado escribo un poco de oídas al no haber visto nada de la versión original inglesa.
¿De qué va Shameless? Pues de las peculiares vivencias de la familia Gallagher, una familia numerosa de clase social baja que vive a las afueras de Chicago. Frank Gallagher, alcohólico y taimado como él solo, encabeza esta desestructurada familia en la que no se deja títere sin cabeza.
En verdad os digo que todos los protagonistas y secundarios de esta particular serie tiene algo especial. Y es que es imposible no encariñarse de Fiona. No, la de las pelis del ogro ese verde, no; me refiero a la hija mayor de Frank, quien prácticamente ha hecho el papel de madre para sus hermanos. ¿Y qué me decís del “Destructor”? ¿O de Lip y sus rebuscados métodos para obtener dinero? En fin, podría detallar aquí los caracteres de todos y cada uno de los personajes de Shameless, pero casi que merece más la pena que los descubráis vosotros mismo, que así disfrutáis más, insensatos. Pero, ojo, no me estoy refiriendo únicamente a los Gallaguer, que conste en acta. También los secundarios tienen carisma para dar y vender.
Aparte del enorme carisma del elenco, otra cosa que hace especial a la serie es su muy acertada mezcolanza entre comedia y drama. Que una serie consiga en una escena hacerte llorar de la risa con alguna situación o chascarillo y que en la siguiente padezcas por algún problema o momento emotivo, tiene un gran mérito. Esa es la esencia de Shameless: la combinación e incluso la yuxtaposición de géneros.
Los guiones están inteligentemente escritos. Aparte del ya citado mix de registros, no puedo dejar de mencionar los vuelcos que da la trama. No esperéis que las cosas sucedan de forma previsible, porque aquí nada lo es. Estoy pensando ahora mismo en situaciones que te van a dejar pegado a la butaca, como el final del episodio 1 x 11. Y eso que no he mencionado tampoco el inesperado regreso producido en el 1 x 9. Por supuesto, me niego a spoilearos nada. Esto hay que verlo para recoger por uno mismo la mandíbula del suelo.
Además, las historias denotan inteligencia de los guionistas por doquier. Y se merecen que les hagamos la ola y les digamos “chapeau” por haber hecho una deconstrucción de la sociedad tan empática. Me repito más que el ajo, pero es que para que la mencionada deconstrucción funcione, hace falta que se haga desde diversos puntos de vista y Shameless lo hace desde el humor, la ironía, las lagrimas y la emotividad.
Una importante nota característica de la serie es que no os esperéis la típica moral pacata que denotan muchos productos, que aquí no se cortan un pelo. Si te tienen que mostrar a dos adolescentes teniendo sexo o drogándose, te los muestran. Si es necesario mostrar la imagen de un padre golpeando a su hijo hasta hacerle sangrar, podéis estar seguros de que allí tendréis en pantalla. Eso sí, debo decir que he notado que la serie (al menos en su primera temporada) no enseña, pero si insinúa, imágenes de sexo homosexual entre varones, dejando estas escenas fuera de cámara. Pero, vamos, por lo demás no se corta un pelo. Y es que Shameless es, sencillamente, políticamente incorrecta.
Las actuaciones de los actores son soberbias. Pongo especial atención en Frank y Fiona. Yo desde luego, ya no me imagino a Macy haciendo algún otro papel que no sea el de cabeza (casi diría “culo”) de familia de los Gallaguer. Por poner otro ejemplo, Rossum da el pego al 100% como aguerrida y preocupada hermana mayor. Y así, un larguísimo etcétera.
En definitiva, si tenéis interés por ver una comedia con elementos de drama (¿o era al revés?), políticamente incorrecta, bien realizada y de calidad, Shameless es vuestra serie. Yo ya ando de lo mío, deseando ver la segunda temporada.
Totalmente de acuerdo que gran descubrimiento con esta serie!
ResponderEliminarY que grande Frank, cuando de repente abren el plano y te lo ves tirado en el suelo inconsciente, ya sea en su casa, en la calle, en el bar, siempre puedes encontrarlo tirado por el suelo!
Por cierto un errata, has llamado a Phillip como "Phil" cuando en la serie hacen hincapié en llamarle "Lip" XD es que insisten tanto que me hace gracia que ahora lo hayas confundido!
Vaya, es verdad XDXD Gracias, corregido está, gracias. Es lo que tiene escribir las entradas a altas horas de la madrugada jejeje
ResponderEliminarFrank ha de estar tirado en el suelo, sea donde sea. Sino, no es Frank :)
Hola, ¿me podrían decir dónde puedo ver la primera temporada de esta serie? Es que empecé a verla en Series Yonkis, pero ahora no me deja verla. Y no encuentro ningún lado donde la pongan Y QUIERO VERLA :(
ResponderEliminarMuchas gracias, un saludo.