ANIMAL MAN DE GRANT MORRISON

¡A las buenas! Hoy voy a hablar de una de mis obras predilectas de DC. Me refiero al Animal Man de Grant Morrison.

Existen otras ediciones de esta obra, pero me voy a centrar en el tomo que acaba de sacar  Planeta De Agostini en Mayo del 2011, de titulo tan simple como efectivo “Animal Man de Grant Morrison”. Este tomo recoge toda la etapa del escritor escocés en la serie del personaje, lo que viene siendo los números 1 a 26 USA de “Animal Man”, además de la parte del Nº 39 USA de “Secret Origins” dedicada a contar el origen del personaje. Todo este material fue publicado en los USA por DC entre 1988 y 1990.

Grant Morrison, obviamente, se ocupa de guionizar esta obra, Mientras que del dibujo se ocupan artistas como Chas Trugg. Doug Hazlewood y Tom Grummet. Además, Brian Bolland realiza la labor de portadista.

Al inicio de estos cómics, Buddy Baker se encuentra replanteándose la posibilidad de ser o no un superhéroe a tiempo completo. Muy pronto encontrará la respuesta en esta magnifica obra, que abarca muchos puntos de vista y enfoques diferentes.

En efecto, el cambio de tono se encuentra a la orden del día en esta epopeya de la narrativa superheroica. Si bien al inicio de la serie, el tono era el de una aventura con tintes a ecológicos y a favor de los derechos de los animales, pronto evoluciona hacia algo más complejo, pasando a tratar temas como la ruptura de la barrera entre el lector y personaje de ficción. Por no mencionar el excelente uso del metalenguaje que realiza Morrison, llegando a su punto álgido en el último episodio del volumen.

Este revolucionario cómic fue uno de los gérmenes que dieron lugar al sello “Vértigo” en el que tenían cabida aquellas historias algo más complejas y dirigidas a un público más adulto del que, se supone, lee tradicionalmente tebeos. Lo que resulta un importante mérito, que no hace otra cosa que destacar la labor de los autores que trabajaron en el título, sobretodo el de su guionista.

La narración de Morrison es aparentemente sencilla, pero eso sólo es una trampa que utiliza con habilidad el escocés, puesto que bajo esa primera capa, se esconde una lectura que hurga y escarba en las profundidades del género reverenciándolo,  retorciéndolo y reinventándolo.

Una virtud del guión es que, pese a que la mayor parte de los episodios son autoconclusivos, todo forma parte de un entramado más grande y cada una de los números es una pieza, y la lectura de todos ellos termina por formar un gigantesco puzzle, del que merece la pena el trabajo de montarlo.

Insisto en el magnifico uso del metalenguaje empleado por Morrison, pues es uno de los factores que convierten en grande a este trabajo del autor. Es encomiable la habilidad demostrada al rescatar a un personaje de tercera que permanecía prácticamente olvidado, para luego utilizarlo en una serie de historias dedicadas a explotar las barreras del cómic.

En cuánto al dibujo, si bien en este tipo de tebeos el plato fuerte siempre es el guión, cumple su función con creces. Un detalle que no deja de sorprenderme cada vez que releo esta obra es que se utilice un estilo de dibujo tan puramente superheroico en un cómic que se prestaba más a la experimentación artística. La excepción a este punto, quizás sean varias planchas del Nº 5 USA, el famoso episodio “El Evangelio del Coyote”.

No obstante, se agradece a la hora de leer la historia con fluidez, el que los artistas se hayan decantado por la línea clara y que se hayan ocupado de elaborar unos dibujos cuya narración es fluida y muy fácil de seguir.

También me gustaría destacar el excelente trabajo que hace Brian Bolland a la hora de encargarse de las portadas, con una minuciosidad, realismo y cuidado con los detalles que emplea el artista para las cubiertas, las cuáles dan un toque especial a la serie.

En definitiva, nos encontramos con una obra que todo fan del cómic debe poseer en su estantería, y es muy de agradecer el que Planeta De Agostini la recuperé en un único tomo, el cuál pese a constar de más de 600 páginas, es bastante manejable gracias al tipo de papel empleado.