A las buenas. Pues hoy voy a comentar un tomo de uno
de mis personajes favoritos y el cual es todo un logro que por fin se haya
editado en España. Estoy hablando de Daredevil: Zona Cero, el cual Panini sacó
a la venta en Diciembre del 2013.
Este volumen pertenece a la colección Marvel Héroes
y contiene los números 236 a 253 de Daredevil, con la adicción del 264. Este material
fue publicado por Marvel en los USA entre Noviembre de 1986 y Marzo de 1989.
La guionista principal que se ocupa de estos tebeos
es Ann Nocenti, aunque de uno de los números se ocupa Steve Englehart
(empleando el seudónimo de John Harkness). En cuanto a dibujantes, en el tramo
final se incorpora John Romita Jr. como titular de la serie. En los cómics
anteriores hay todo un desfile de artistas tan dispares como Barry Windsor –
Smith, Sal Buscema, Louis Williams, Todd Mc Farlane, Rick Leonardi, Keith
Pollard, Tom Morgan, Chuck Patton, Steve Ditko o Keith Giffen.
Estos tebeos son especialmente relevantes en España
debido a que, por azares del destino, bajas ventas y decisiones editoriales, permanecían
inéditos por estos lares la mayoría de los incluidos en el tomo. En concreto
los números USA que van desde el 237 hasta el 247.
La trama de este tomo nos sitúa a un Daredevil que
acaba de pasar por el mítico “Born Again” apenas un par de números antes.
Ahora, tendrá que ajustarse a un nuevo status quo en el que ha dejado atrás, al
menos momentáneamente, su faceta de abogado ciego. Mientras trata de ajustarse
a su nueva vida junto a Karen Page, Matt Murdock sigue siendo Daredevil, esta
vez más enfrentado a problemas sociales que nunca.
Remontemos hasta la década de 1980. Ann Nocenti había
destacado por ser la excelsa editora de Chris Claremont, cuando esté estaba al
frente de la franquicia mutante, además de ocuparse de la exitosa miniserie de
Longshot, junto a Arthur Adams. Con este Daredevil la guionista empezó a estar
en boca de todo el mundo. Y con razón, puesto que sus guiones destacaban de
entre la media.
Las razones de esto se resumen en básicamente tres.
La primera de ellas es la inmensa calidad que destilan sus escrituras. La
segunda es por tratar unos temas sociales que llegaban a epatar a los lectores
y a hacerles reflexionar. La tercera es por la enorme profundidad de la que
dotó a los personajes y las inmensas capas de lectura que les proporcionó.
Este Daredevil es algo más que un superhéroe. Si
Frank Miller ya se ocupó de transformar al antaño colorido superhéroe en un héroe
urbanita que luchaba contra el crimen callejero, Nocenti da un paso más hacia
adelante y hace que el cuernecito adquiera un trasfondo de crítica social y
trate problemas relativos al colectivo, contándonos una serie de historias con moraleja.
Es muy interesante observar cómo, si bien los supervillanos
van haciendo acto de presencia conforme van pasando los ejemplares contenidos, el
principal enemigo de Daredevil en “Zona Cero” es la propia sociedad y los
peligros que esconde en su seno, los cuales pueden ser desde un militar que ama
demasiado a su país, un asesino psicópata que mata porque no sabe hacer otra
cosa o gente que deja morir a sus vecinos… Hay males que no pueden ser
derrotados con los puños, como nos recuerda la escritora en la obra.
La lucha de clases, la preocupación por una guerra
nuclear que siempre parece estar al caer, las grandes corporaciones y la contaminación
del medio ambiente, etc. son algunos de los temas de fondo que son aquí
tratados, y que invitan a que el lector reflexione. Este material va más allá
del cómic espectáculo y hace que aquellos que se asomen a sus páginas piensen
acerca del mundo que les rodea.
En posteriores tebeos posteriores a los recopilados
en este tomo, Nocenti ya se embarcaría en una historia-río que duraría más de
una docena de números, pero en los cómics de “Zona Cero”, la guionista opta por
historias cortas, abarcando a los sumo un par o tres de ejemplares. Eso sí, que
nadie se equivoque y crea que eso conlleva que se trate de una lectura simple.
En lo que se refiere al dibujo, hay que decir que
tenemos de todo. Desde un Romita Jr. luciéndose como solo él sabe, con un arte
espectacular lleno de páginas impactantes y dotadas de gran calidad hasta un
genial Sal Buscema, con una deliciosa composición clasicista donde destaca por su
inmensa narrativa.
No todo el monte es orégano y otros dibujantes Louis
Williams o Chuck Patton no pasan de correctos (aunque alguna plancha muy bien
hecha no les falta). Por suerte algunos grandes autores se dejan caer por aquí.
Además de los ya mencionados, Windsor –Smith, con su estilo rafaelista, nos
alegra la vista con unas elaboradas páginas con gran belleza plástica. Rick
Leonardi, con su peculiar estilo, también nos deleita con un par de número
donde su estilo ágil y dinámico se deja sentir.
En conclusión, en todo caso, es de rigor el recalcar
que este es un tomo, por mucho que algunos de los dibujantes que participan en
el mismo sean de gran calidad, donde la estrella es la guionista Ann Nocenti.
Merecen mucho la pena los comics aquí reseñados, tanto para los fans de
Daredevil como para aquellos que les apetezca leer una obra de calidad con gran
contenido social, de esas que no pueden faltar en ninguna tebeoteca que se
precie de serlo.
Ah, y hay que recordar que Panini ya ha editado dos
tomos, con bastantes menos páginas que este, donde prosigue la etapa de esta
guionista (Maria Tifoidea, El Diablo en el Infierno) y antes de que termine el
año se editará un cuarto (El Ocaso de los Ídolos) que servirá para concluir la
labor de Nocenti en la serie de Daredevil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario