27 oct 2011

NUEVOS MUTANTES: MARVEL GOLD

A las buenas. Hoy, voy a comentar los Marvel Gold de los Nuevos Mutantes: “Hijos de las Sombras” y “El Origen de Legión”, los cuales comprenden, a grosso modo,   la etapa de Chris Claremont y Bill Sienkiewicz en los Nuevos Mutantes. 










Para ser exactos, los dos tomos contienen los episodios 18 a 34 USA de The New Mutants y el annual 1 de la misma serie,  material editado en los USA por Marvel Comics entre Agosto de 1984 y Diciembre de 1985.

Antes he mencionado que el equipo creativo es el comprendido por Claremont como guionista y Sienkiewicz como dibujante, aunque justo es advertir que para no dejar cabos sueltos y que quede una lectura compacta se han añadido comics dibujados por otros artistas tales como Bob Mc Leod y Steve Leialoha.

Aunque ahora suene extraño, hubo una época en la que los Nuevos Mutantes eran la única serie secundaria o derivada de la Patrulla-X. Por eso mismo, Marvel la trataba con mimo y delicadeza, para asegurar una calidad mínima que se pudiese equiparar a la de los triunfantes Uncanny X-Men. Con dicho fin, se ocupa de guionizar la colección de los Nuevos Mutantes Chris Claremont, el mismísimo Patriarca Mutante que triunfaba mes a mes en la Patrulla. Con eso se cumplían dos objetivos: Mantener la coherencia interna entre las series de los mutantes y de asegurar un guionista de calidad.

No sólo eso, sino que cuando la serie empezaba a despegar en su andadura, en la franquicia mutante decidieron dar la serie a Bill Sienkiewicz. Si bien en sus inicios en la editorial había optado por ser un sosias de Neal Adams, en esta serie iba a dar rienda suelta a su vena más personal y experimental, cosa que en breves detallaré.

Los guiones de Claremont seguían el estilo que el escriba había convertido en su marca personal. Entiéndase con esto que eran, y son, cómics muy bien construidas, con tramas que podían ser leídas como bloques independientes pero que en su conjunto son algo más. Los personajes que las protagonizan están perfectamente construidos, con personalidades fuertes y complejas. Además, las historias están trufadas de ese toque característico Claremontiano de construir los protagonistas sobre la historia y no al contrario. Un broche de oro de los argumentos del guionista es que realmente los Nuevos Mutantes parecían adolescentes, con las inseguridades y miedos que son de rigor.












Del dibujo, ya se ha comentado que Sienkie dio aquí un ramalazo innovador, que convirtió a la colección en una de las más innovadoras de principios de los ochenta. En un momento en que la tendencia artística tendía más hacia el clasicismo y las proporciones llamémosle “Buscemianas”, el artista que nos ocupa rompió con lo establecido y se arriesgo con figuras estilizadas, realismo en ocasiones y simpleza en otras. Por no mencionar que hizo gala de un dominio total y absoluto sobre las luces y las sombras, dando la impresión de “ensuciar” la página. Otra cualidad del dibujante es su compleja narrativa, con la que experimentó lo que no está escrito.

Desde luego, si un calificativo era aplicable a la serie era la de “diferente”. Pocos títulos tan arriesgados podían encontrase en esos momentos. De hecho Nuevos Mutantes en los USA perdió muchos lectores de kiosco debido al complejo dibujo de Sienkie, aunque las ventas subieron como la espuma en las librerías especializadas ya que los gourmets del cómic supieron apreciar el inconmensurable arte e innovación. Si en su país de origen la popularidad de la colección creció, en España lo cierto es que ocurrió el efecto contrario, ya que la serie tuvo que pasar a bimestral, editando cada dos meses un único cuaderno de 64 páginas con dos números americanos de The New Mutants, además de algunas historias cortas del Marvel Comics Presents como complemento.

Confieso que a mí me pilló muy joven el momento en que estos tebeos se editaron por primera vez y no supe apreciar el arte de Sienkie como se merecía, decantándome por otros cómics más tradicionales. Sin embargo, releídos ahora y habiendo crecido mucho como lector y con un gusto más maduro, no puedo más que quitarme el sombrero ante estas joyas que os recomiendo a la voz de ya.

Por cierto, aprovecho esta reseña para expresar mi deseo de que los de Panini reediten más números de los Nuevos Mutantes de Claremont, ya sean los episodios anteriores o posteriores a estos. 





  


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