A las buenas. Hoy quisiera recomendaros un libro que seguro que hace vuestras delicias: “Las cosas que no nos dijimos”, escrito por Marc Levy.
Eta novela fue publicada en 2008 en Francia, bajo el título original de “Toutes ces choses qu´on ne s´est past dites”. En España llego el libro un año más tarde, en 2009, y desde entonces, debido a su éxito, ha tenido numerosas reediciones.
El argumento del libro es sin duda alguna muy absorbente y emotivo. Julia y su padre, Anthony, no han tenido nunca lo que llamaríamos un trato cordial. Al contrario, tienen una relación de lo más complicada. Cuando ella va a contraer matrimonio con Adam, su prometido, reciben la noticia del fallecimiento de Anthony. Ello llevará a Julia a hacer un viaje de redescubrimiento, acompañada de la persona más inesperada… su padre. ¿Qué quiere eso decir? Pues a leer la novela, chiquilicuatres, y os enterareis.
Es evidente que la tesis de “las cosas que no nos dijimos” es la segunda oportunidad. Segundas oportunidades de poder recuperar el tiempo perdido y de poder expresar esos sentimientos y emociones a alguien amado. Y no me estoy refiriendo únicamente a la relación paterno-filial que mueve los hilos de esta historia, sino a otra oportunidad de reencontrarse con el pasado y poder recuperar el tiempo perdido que surge una vez traspasamos la frontera del primer tercio de la novela… ¿Intrigados? Pues mejor, que era exactamente lo que pretendía.
Es una novela bastante ligerita, que se lee con agrado y que si superas los primeros capítulos no querrás dejar de leer. Engancha cosa mala. Gusta siempre que haya títulos en el mercado que logren hacer que los devores y te emociones con ellos, como es el caso que nos ocupa. Tiene la bondad de ser un libro ameno y fácil de leer pero no por ello quedarse exento de contener emociones y reflexiones tanto a primer como a segundo plano.
Lo cierto es que la protagonista de la historia, Julia, es un personaje que me ha caído bastante antipático. Quisiera recalcar que es una manía mía, puesto que eso es algo muy subjetivo. Los motivos son que a mi juicio es una mujer un tanto chillona, cascarrabias y un poco quejosa. Ojo, que los motivos para que ella sea así se razonan en la obra. Pero eso no quiere decir que sea un mal libro ni muchísimo menos, ya he mencionado varias veces que ha sido muy de mi gusto. Justo quisiera recalcar que si he gozado de un libro con el que no he congeniado con su protagonista, hay que valorar las grandísimas habilidades de hacerme disfrutar. Voy a poneros un símil real: A mí no me gusta el personaje de Namor en los comics. Sin embargo, he sido muy capaz de disfrutar de tebeos como los números de Sal Buscema o los de John Byrne porque son cómics maravillosos. Pues aquí ídem. No me cae bien la protagonista pero eso no impide para nada que disfrute del libro.
Y es que la escritura y prosa de Levy es digna de ser un best-seller. Su estilo es conciso, emotivo y hasta sorprendente. Cualquier lego puede zambullirse en la obra, que se va a recompensar a sí mismo con una lectura que entra muy bien y que va lograr aflorarle más de una emoción.
No puedo dejar de mencionar que el toque de humor del libro lo aporta Stanley, el mejor amigo de Julia, y que todas sus apariciones van acompañadas de una sonrisa por parte del lector. No es que se aun cliché, ni mucho menos, pero el sentido del humor de este hombre es otro de los alicientes de “las cosas que no nos dijimos”. Por cierto, Julia y Anthony también suelen gastarse una ironía, en especial entre ellos, que tampoco es manca.
Es de rigor comentar también ese final inesperado y que da un vuelco completo al libro. Aquí Levy ha dado el todo por el todo y hace que quieras leer una segunda vez la novela, fijándote en detalles que se ven con otros ojos una vez eres conocedor de esa gran revelación. Chapeau por el escritor.
En definitiva, “las cosas que no nos dijimos” es un libro que merece ser leído. A más de uno va a hacernos reflexionar sobre la futilidad del tiempo y sobre las ocasiones que pudieron aprovecharse. Encima, se encuentra a precio reducido, con que ya no tenéis excusa para no deleitaros con su lectura, verdaderos creyentes.
PD. Quiero agradecer a “ella ya sabe quien” que me regalará un ejemplar de la novela, puesto que me ha proporcionado momentos de reflexión, entrenamiento y emotividad a partes iguales. Muchas gracias.
Me lo leí el verano pasado y tuve sentimientos encontrados con este libro, está bien escrito pero lo "surrealista del padre robot" no me gustó mucho. De Marc Levy mis libros favoritos son "El primer día" y "La primera noche", te los recomiendo 100 %
ResponderEliminarUn beso!
Intentare hacerme con ellos, pues después de leer esta novela me he quedado con ganas de más Marc Levy... pensaba seguir con el de "Ojala Fuera Cierto", puesto que vi hace años la peli y no me disgusto para nada. ¿Has leido ese?
ResponderEliminarBesos!! :)
OJALÁ FUERA CIERTO Y VOLVER A VERTE. ME LEÍ AMBOS XQ ESTÁN RELACIONADOS Y NO TE FIES MUCHO DE LA PELI XQ CAMBIA BASTANTE EL ARGUMENTO. LAS NOVELAS SON FÁCILES DE LEER Y ENTRETENIDAS.
EliminarEn mi opinión, esta novela es de lo más simple y anodino que he leído. Los personajes parecen salidos de una película comercial -en el peor sentido- americana. Hablan demasiado, lo describen todo, son simples como el mecanismo de un zapato. Será mi concepto de la literatura, o no sé, pero tuve que dejar el libro, tras intentar por tres veces no hacerlo, en la página ciento y pico. Ya era más que suficiente para comprobar que no merecía la pena: después de tantas páginas no había encontrado ni una sola idea original, ni un pensamiento, digamos, profundo, ni una sola frase o una metáfora que pudiera sorprenderme. En fin, no creo que vuelva a leer en mucho tiempo nada de Levy, no sabe escribir. A pesar de ello, esta novela, que tiene que tener detrás un marketing de lujo, ha triunfado. Pues nada, me alegro por su autor. La pena es que si tenía alguna posibilidad, los laureles lo van a anular definitivamente al acomodarlo en el carro equivocado.
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